CAPÍTULO 5
Moisés ante Faraón (1446 A.C.)
1 Y Moisés y Aarón se presentaron ante Faraón, y le dijeron: “El Que Vive, el Dios de Israel, dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.”
2 Y Faraón respondió: “¿Y quién es ese tal Que Vive, para que yo obedezca su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a ese Que Vive, ni tampoco dejaré ir a Israel.”
3 Ellos respondieron: “El Dios de los hebreos nos ha encontrado. Permítenos ir camino de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios Al Que Vive, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.”
4 Entonces el rey de Egipto les dijo: “Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Vuelvan a vuestras tareas.”
5 Y continuó diciendo: “Ahora que el populacho es mucho, ustedes los hacen descansar de su trabajo. Esa gente son unos holgazanes, ¿y ahora también los haréis cesar por completo?” 1
Plan de Faraón para deshalentar a Israel
6 Y aquel mismo día Faraón mandó a los jefes de cuadrillas encargados del pueblo y a sus capataces diciendo:
7 “De aquí en adelante no deis más paja para hacer ladrillos como hasta ahora. Que vayan ellos y junten la paja por sí mismos.
8 Pero les impondréis la misma cuota de ladrillos que hacían antes. No les disminuiréis nada, porque están ociosos. Por eso levantan la voz diciendo: Vamos a ofrecer sacrificio a nuestro Dios.
9 Agraven su trabajo, para que se ocupen en él, y no atiendan a palabras de mentira.”
10 Y los cuadrilleros y sus capataces dijeron al pueblo: “Así dice Faraón: Ya no os daré paja.
11 Vallan ustedes y busquen la paja donde puedan. Pues nada se disminuirá de vuestra cuota.”
12 Entonces el pueblo se esparció por todo Egipto en busca de rastrojo en lugar de paja.
13 Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: “Acabad vuestra obra. La cuota del día en su día, como cuando se os daba paja.”
14 Y azotaban a los capataces israelitas que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos. Les decían: “¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea ni ayer ni hoy, como la hacíais antes?
15 Y los capataces israelitas fueron a Faraón, y se quejaron a él. Le dijeron: “¿Por qué haces eso con tus siervos?
16 No se nos da paja, y con todo nos dicen: Haced tantos ladrillos como antes. Y tus siervos son azotados. Sin embargo, la falta está en tu gente.”
17 Faraón respondió: “Estáis ociosos. Demasiado ociosos. Por eso decís: Vamos a ofrecer sacrificio Al Que Vive.
18 Vayan y pónganse a trabajar. Pues no se les dará paja, y habéis de entregar la misma cantidad de ladrillos.
19 Entonces los capataces israelitas se vieron en aflicción, porque se les dijo: “No se disminuirá nada de la cuota de cada día.”
20 Y cuando salían de ver a Faraón, encontraron a Moisés y a Aarón esperándolos.
21 Y les dijeron: “El Que Vive os examine y juzgue, pues nos habéis hecho odiosos a Faraón y a todos sus siervos, dándoles la espada en la mano para que nos maten.”
22 Y al oír estas palabras, Moisés se volvió Al Que Vive y dijo: “Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?
23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha maltratado a este pueblo, y tú no lo has librado.”
CAPÍTULO 6
Dios le anticipa a Moisés que solo por la fuerza Faraón dejará ir a Israel
1 Y El Que Vive repondió a Moisés: Ahora verás lo que haré a Faraón, porque solo bajo una mano fuerte os dejará salir, y bajo una mano fuerte os echará de la tierra.
2 Y añadió Dios: YO SOY EL QUE VIVE.
3 Me di a conocer a Abrahá, a Isaac y a Jacob bajo el nombre de El Dios Todopoderoso (El-Shaddai), pero ellos no conocieron el poder del Nombre de El Que Vive que ustedes van a conocer.
4 Yo establecí con ellos mi pacto a de darles la tierra de Canaán, la tierra donde fueron extranjeros y peregrinos.
5 Y al oír el gemido de los israelitas, a quienes hacen servir los egipcios, me acuerdo de mi pacto.
6 Por tanto di a Israel: Yo, El Que Vivo, os sacaré de debajo de las pesadas cargas de Egipto, os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido y con grandes juicios.
7 Os haré mi pueblo y seré vuestro Dios. Y vosotros sabréis que YO SOY EL QUE VIVE vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto.
8 Y os llevaré a la tierra que juré dar a Abrahán, a Isaac y a Jacob en herencia. Yo, El Que Vivo, lo he dicho.
El plan de Faraón le da resultado
9 Y Moisés dijo a los israelitas esas mismas palabras. Pero ellos no escucharon a Moisés, a causa de la congoja de espíritu y de la dura servidumbre.
10 Entonces El Que Vive dijo a Moisés:
11 Entra y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a Israel.
12 Y Moisés respondió Al Que Vive: “Ves que ni los israelitas me escuchan. ¿Cómo me escuchará Faraón, siendo yo torpe de palabra?”
13 Entonces El Que Vive habló a Moisés y Aarón, y les dio órdenes para los israelitas y para Faraón rey de Egipto, para sacar a los israelitas de ese país.
Moisés y Aarón,
la cuarta generación b
14 Estos son los jefes de las familias paternas de Israel: Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel, fueron: Hanoc (consagrado), Falú (apartado), Herzón (vallado) y Carmi (mi viña). Esas cuatro son las familias de Rubén.
15 Los hijos de Simeón fueron: Jemuel (el día de Dios), Jamín (la mano derecha), Ohad (unido), Jaquín (Él establece), Zoar (resplandor) y Saúl (pedido) hijo de la cananea. Esas seis son las familias de Simeón.
16 Estos son los hijos de Leví por sus linajes: Gersón (expulsión), Coat (asamblea) y Merarí (amargo). Los años de vida de Leví fueron 137.
17 Los hijos de Gersón fueron: Libni (blanco) y Simei (atento), por sus familias.
18 Los hijos de Coat fueron: Amram (cosecha), Izar (aceite fresco), Hebrón (compañero) y Uziel (Dios es mi fortaleza). Los años de vida de Coat fueron 133.
19 Los hijos de Merari fueron: Mahli (agradable) y Musi. Estas son las familias de Leví por sus linajes.
20 Amram tomó por esposa a Jocabel (Jehová es glorioso) su tía, la cual tuvo a Aarón y Moisés. Los años de vida de Amram fueron 137.
21 Los hijos de Izar fueron: Coré (calvo), Nefeg y Zicri (mi recuerdo).
22 Los hijos de Uziel fueron: Misael, Elizafán (Dios está oculto) y Sitri (escondite).
23 Y Aarón tomó por esposa a Elisabet (Mi Dios ha jurado) hija de Aminadab (mi pueblo es voluntario), hermana de Naasón (encantador de serpientes). Y ella tuvo a Nadab (él está dispuesto), Abiú (mi padre es él), Eleazar (Dios me ha ayudado) e Itamer.
24 Los hijos de Coré fueron: Asir (prisionero), Elcana (Dios ha fundado) y Abiasaf (mi padre ha reunido). Esas tres son las familias de los coreítas.
25 Y Eleazar hijo de Aarón tomo esposa de las hijas de Futiel (Dios ha dado), y ella tuvo a Finés (negro). Estos son los jefes paternos de los levitas por sus familias.
26 Esos Aarón y Moisés son los mismos a quienes El Que Vive dijo que sacaran de Egipto a los israelitas por sus ejércitos.
27 Los mismos Moisés y Aarón que hablaron a Faraón rey de Egipto, para sacar de ese país a los israelitas.
Moisés se subestima
28 Cuando El Que Vive habló a Moisés en Egipto,
29 y le dijo: YO SOY EL QUE VIVE. Di a Faraón rey de Egipto todo lo que voy a decirte.
30 Y Moisés respondió Al Que Vive: ¿Cómo me escuchará Faraón, siendo yo torpe de palabra?
CAPÍTULO 7
Dios le hace entender que el profeta de Dios es mayor que cualquier rey
1 El Que Vive dijo a Moisés: Mira que yo te he constituido como Dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.
2 Tu dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano las traducirá a Faraón, para que deje ir de su tierra a Israel.
3 Y yo endureceré 2 el corazón de Faraón, y multiplicaré en Egipto mis señales y maravillas.
4 Faraón no los escuchará. Pero yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré de Egipto a mis ejércitos, a mi pueblo, Israel, con grandes juicios.
5 Y sabrán los egipcios que YO SOY EL QUE VIVE, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los israelitas de entre ellos.
6 Y Moisés y Aarón hicieron tal y como El Que Vive les mando. Así lo hicieron, sin vacilar.
7 Ochenta años de edad tenía Moisés, y Aarón ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón.
8 Y El Que Vive dijo a Moisés y Aarón:
9 Si Faraón les dijera: Muéstrenme algún milagro, dirás a Aarón: Toma la vara y échala delante de Faraón, para que se convireta en serpiente.
Moisés ante Faraón por segunda vez
10 Así, Moisés y Aarón fueron ante Faraón, e hicieron como El Que Vive había mandado. Aarón echó la vara ante Faraón y sus siervos, y se volvió mamba.
11 Entonces Faraón llamó a sus sabios y hechiceros, e hicieron lo mismo con sus encantamientos.
12 Cada uno echó su vara, y se volvieron mambas. Mas la vara que echó Aarón devoró las varas de ellos.
13 Mas, como El Que Vive había dicho, el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó.
La primera plaga: El agua en sangre
14 Entonces El Que Vive dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido y se niega a dejar ir al pueblo.
15 Así que, ve mañana a Faraón, cuando sale al río. Ponte a la orilla del río ante él, y toma en tu mano la vara que se volvió serpiente,
16 y dile: El Que Vive, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: Deja ir a mi pueblo, a fin de que me sirva en el desierto, y hasta ahora no has querido oír.
17 Pues, así dice El Que Vive: En esto conocerás que YO SOY EL QUE VIVE. Con la vara que está en mi mano voy a herir el agua del río, y se convertirá en sangre.
18 Y los peces que hay en el río morirán, y el río hederá, y los egipcios tendrán asco de beber el agua del río.
19 Y dijo El Que Vive a Moisés: Entonces di a Aarón: Toma la vara y extiende la mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, arroyos y estanques, y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre, y haya sangre en todo Egipto, así en las vasijas de madera como en las de piedra.
20 Y Moisés y Aarón fueron e hicieron como mandó El Que Vive. Y Aarón levantó la vara e hirió el agua del Nilo, en presencia de Faraón y de sus siervos. Y toda el agua del Nilo se convirtió en sangre.
21 Y los peces que había en el Nilo murieron, y el río se corrompió, y los egipcios no podía beber de él. Y hubo sangre en todo el país.
22 Mas los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó.
23 Y Faraón volvió a su casa, y tampoco prestó atención a esto.
24 Y en todo Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber, porque no podían beber el agua del río.
25 Y Pasaron siete días después que El Que Vive hirió el Nilo.
Amenhotep II, el faraón del éxodo (1450-1425 AC)
La mamba en su frente ere el símbolo de los faraones.
Hapi, también llamado Iru, era el dios del río Nilo.

1 Sin duda Moisés había recordado al pueblo la ya olvidada costumbre de guardar el Sábado. Por eso el Faraón lo culpa de fomentar que los israelitas se nieguaran a trabajar.
2 Muchos ven en el endurecimiento del corazón de Faraón evidencias de una predestinación. Como si Faraón hubiece actuado como actuó porque Dios arbitrariamente controló su modo de actuar, para que diera los resultado que deseaba. Ciertamente las señales y milagros que Dios realizó por medio de Moisés endurecieron cada vez más el corazón de Faraón, pero el mal estaba en el corazón mismo de Faraón. Esas mismas señales que bien hubieran producido resultados diferentes en otras mentes, de una mente arrogante y orgulloza obtuvieron obstinación en lugar de humillación.