CAPÍTULO 13
Los doce espías (1444 A.C.)
1 Y El Que Vive dijo a Moisés: a
2 Envía hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel. De cada una de las tribus de sus padres enviarás un varón que sea príncipe reconocido entre ellos. 1
3 Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, según las instrucciones de El Que Vive. Y todos aquellos varones eran príncipes israelitas.
4 Sus nombres eran: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur .
5 De la tribu de Simeón, Safat hijo de Hori.
6 De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.
7 De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.
8 De la tribu de Efraín, Oseas c hijo de Nun.
9 De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.
10 De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.
11 De la tribu de José, la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi.
12 De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.
13 De la tribu de Aser, Ammiel hijo de Mikael.
14 De la tribu de Neftalí, Nahabi hijo de Vapsi.
15 De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.
16 Esos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer el país. Pero a Oseas (salvación) hijo de Nun, Moisés lo llamó Josué (El Que Vive es salvación).
17 Y al enviarlos a reconocer el país, Moisés les dijo: Suban por el Neguev al monte.
18 Observen cómo es el país y el pueblo que lo habita. Si es fuerte o débil, poco o numeroso.
19 Cómo es el terreno poblado, bueno o malo. Cómo son la ciudades, si son campamentos o plazas fortificadas.
20 Cómo es el terreno desierto, fertil o esteril, si tiene árboles o no. Esfuercense y traigan del fruto del país.
Porque era el tiempo de las primeras uvas (entre agosto y septiembre).
21 Y ellos subieron y reconocieron el país desde el desierto de Zin 2 hasta Rehob, a la entrada de Hamat.
22 Subieron por el sur y fueron hasta Hebrón. Allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoan, la de Egipto. 3
23 Llegaron hasta el arroyo de Escol y allí cortaron una rama con un racimo de uvas, que trajeron entre dos en un palo, y granadas e higos.
24 Y llamaron a ese lugar valle de Escol (racimo), por el racimo que cortaron allí.
25 Al cabo de cuarenta días volvieron de reconocer la tierra.
26 Y regresaron a donde Moisés y Aarón en presencia de toda la congregación de Israel que estaba en el desierto de Parán, en Cades. Y les dieron su informe, y les mostraron el fruto del país.
Diez de los espías dan un informe negativo
27 Y esto fue lo que dijeron: Llegamos al país a donde nos enviaste, el cual ciertamente mana leche y miel. Este es su fruto.
28 Pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas. Vimos también allí a los hijos de Anac.
29 Amalec h habita al sur. El hitita, el jebuseo y el amorreo, habitan en el monte. Y el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán.
30 Entonces Caleb i hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos en seguida, que más podremos nosotros que ellos.
31 Pero los varones que subieron con él dijeron: No podremos subir contra esa gente, porque son más fuertes que nosotros.
32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra que exploramos se traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en ella son hombres de gran estatura.
33 Y hasta gigantes vimos allí. hijos de Anac, raza de gigantes. Nosotros no sentíamos como langostas; y eso mismo les parecíamos a ellos.
CAPÍTULO 14
Israel se amedrenta (1444 A.C.)
1 Entoces, toda la congregación alzó la voz, y el pueblo lloró aquella noche.
2 Y todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y Aarón, y descían: ¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto, o en este desierto!
3 ¿Por qué El Que Vive nos trae a esta tierra para que caigamos a espada y que nuestras esposas y nuestros niños sean tomados como botín? ¿Acaso no sería mejor volvernos a Egipto?
4 Y unos a otros se decían: Nombremos un capitán, y volvamos a Egipto.
5 Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros ante toda la congregación de Israel.
6 Y Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido el país, rompieron sus vestidos,
7 y dijeron a toda la congregación de Israel: El país que fuimos a reconocer es en gran manera bueno.
8 Si El Que Vive se agrada de nosotros, nos introducirá en esa tierra que mana leche y miel, y nos la entregará.
9 Por eso, no sean rebeldes contra El Que Vive, ni teman al pueblo de esa tierra, porque nosotros los comeremos como pan. Ellos están desamparados. Pero con nosotros está El Que Vive. No les tengan miedo.
10 Entonces la multitod habló de apedrearlos. Pero la gloria de El Que Vive se mostró en la Tienda del Testimonio ante todos los hijos de Israel.
Moisés intercede por el pueblo (1444 A.C.)
11 Y El Que Vive dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo dudarán de mi, a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos?
12 Los heriré de mortandad y los destruiré, y haré de ti una nación más grande y más fuerte que ellos.
13 Mas Moisés respondió Al Que Vive: Lo oirán de inmediato los egipcios, de entre quienes sacaste a este pueblo con tu fortaleza,
14 y lo dirán a los habitantes de esta tierra, que han oído que tú, oh Que Vives, estabas en medio de tu pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Que Vives; que tu nube estaba sobre ellos, que de día ibas delante de ellos en columna de nube y de noche en columna de fuego. b
15 Y dirán los egipcios que has hecho morir a este pueblo como quien mata a un hombre de un solo golpe. Y los habitantes de esta tierraque han oído tu fama dirán:
16 El Que Vive los mató en el desierto porque no pudo introducirlos en la tierra que les había jurado.
17 Ahora te ruego que sea magnificado el poder de El Dios Todopoderoso (El-Shaddai), como lo declarastes: d
18 El Que Vive, tardo para la ira y grande en amor, que perdona al inicuo y rebelde, pero no deja sin castigo al culpable. Que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y los cuartos.
19 Conforme a la grandeza de tu amor, perdona la iniquidad de este pueblo, como lo has perdonado desde Egipto hasta aquí.
20 Entonces El Que Vive dijo: Conforme a tu pedido, lo he perdonado.
21 Pero tan cierto como que YO VIVO y mi gloria llena toda la tierra,
22 todos los que vieron mi gloria y mis señales en Egipto y en el desierto, y me han probado ya diez veces, e y han desoído mi voz,
23 no verán la tierra que juré a sus padres. No, ninguno de los que me han provocado la verá.
24 Pero mi siervo Caleb (perro), por cuanto hubo en él otro espíritu, y me siguió de todo corazón, lo introduciré en la tierra donde entró, y sus descendientes la recibirán en posesión.
25 Ahora bien, ya que el amalecita y el cananeo habitan en el valle, mañana den la vuelta y regresen al desierto, en dirección al Mar Rojo.
Dios dicta sentencia: Día por año
(1444 A.C.)
26 Y dijo El Que Vive a Moisés y a Aarón:
27 ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí? ¿Hasta cuándo oiré las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?
28 Diles: VIVO YO, dice El Que Vive, que según han hablado f a mis oidos, así haré con ustedes.
29 En este desierto caerán sus cuerpos. Todos los que fueron contados de veinte años arriba, g los que han murmurado contra mí.
30 Ustedes a la verdad no entrarán en la tierra que juré darles para que habitaran en ella, excepto Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.
31 Pero vuestros niños, de quienes ustedes dijeron que serían botín de guerra, a ellos los introduciré, y ellos disfrutarán la tierra que ustedes han despreciado.
32 En cuanto a ustedes, vuestros cuerpos caerán en el desierto.
33 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años. Ellos llevarán vuestras infidelidades, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.
34 Conforme al número de los cuarenta días en que reconocieron la tierra, llevaran sus culpas cuarenta años; un año por cada día. j Y comprenderán mi desagrado.
35 Yo, El Que Vive, he hablado. Así haré a toda esta perversa multitud que se ha juntado contra mí. En este desierto serán consumidos, y ahí morirá.
36 Y aquellos varones a quienes Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver hicieron murmurar a toda la congregación contra él, desacreditando aquel país,
37 esos varones que habían hablado mal de esta tierra, murieron de plaga ante El Que Vive.
38 Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, quedaron con vida de entre esos hombres que habían ido a reconocer la tierra.
Vergonsoza derrotados en Horma
39 Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho.
40 Y se levantaron de mañana, y subieron a la cumbre del monte, y dijeron: Hemos pecado. Aquí nos tienes para subir al lugar que El Que Vive prometió.
41 Y Moisés les dijo: ¿Por qué quebrantan la orden de El Que Vive? Esto no les va a salir bien.
42 No suban, porque El Que Vive no está con ustedes. No sean heridos delante sus enemigos.
43 Porque el amalecita y el cananeo están allí, y ustedes caerán a espada. Por haberse negado a seguir Al Que Vive, él no estará con ustedes.
44 Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte. Mas el Arca del Pacto de El Que Vive, y Moisés, permanecieron en el campamento.
45 Y el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, decendieron y los hirieron y derrotaron, y los persiguieron hasta Horma.
1 Deuteronomio añade un dato interesante a este relato. Y es que la idea original de enviar hombres a explorar la tierra de Canaán, provino del pueblo.
2 El desierto de Zin es en realidad el extremo norte del desierto de Parán. No debe ser confundido con el desierto de Sin, en donde se encuentra el Monte Sinaí (Monte Horeb). Es en el desierto de Zin donde estaba situada Cades.
3 Zoán era la capital de Egipto en tiempos de José, pero para aquel entonces se llamaba Avaris.